miércoles, 17 de diciembre de 2014

Kalasasaya




 


Kalasasaya es un campo del cielo, de 137 por 122 metros. El eje de la estructura es Este-Oeste. A lo largo de este eje hay varias piedras con tallas específicas para indicar posiciones específicas del Sol (como en Stonehenge entre tántos otros monumentos astronómicos).

Particularmente interesantes para Posnansky resultaron once pilares erigidos junto a la terraza y que sobresalen del centro del muro occidental.

Las medidas que hizo de las líneas de visión a lo largo de las piedras de observación específicamente situadas, la orientación de la estructura y las ligeras e intencionadas desviaciones con respecto a los puntos cardinales, le convencieron de que el Kalasasaya lo construyó un pueblo con conocimientos astronómicos ultramodernos, para fijar con precisión los equinoccios y los solsticios.


Al medir la distancia y los ángulos entre los dos puntos solsticiales, se dio cuenta de que la inclinación de la Tierra con respecto al Sol, en la cual se basaban los aspectos astronómicos del Kalasasaya, no se conformaba a los 23,5° de nuestra era actual.

Descubrió que la inclinación de la eclíptica, que es el término científico, para la orientación de las líneas de visión astronómicas del Kalasasaya era de 23° 8' 48". Basándose en las fórmulas determinadas por los astrónomos de la Conferencia Internacional de Efemérides en París, en 1911, que tiene en cuenta la posición geográfica y la elevación del lugar, ¡significaba que el Kalasasaya se había construido hacia el 15.000 a.C!

Intrigados por los descubrimientos de Posnansky, la Comisión Astronómica Alemana envió una expedición a Perú y Bolivia; sus miembros eran el profesor Dr. Hans Ludendorff, director del Observatorio Astronómico y Astrofísico de Potsdam, el profesor Dr. Arnold Kohlschütter, director del Observatorio Astronómico de Bonn y astrónomo honorario del Vaticano, y el Dr. Rolf Müller, astrónomo del Observatorio de Potsdam. Ellos tomaron medidas e hicieron observaciones en Tiahuanacu entre noviembre de 1926 y junio de 1928.

Sus investigaciones, mediciones y observaciones visuales confirmaron, en primer lugar, que el Kalasasaya era, ciertamente, un observatorio astronómico-calendárico. Descubrieron, por ejemplo, que en la terraza occidental, gracias a la anchura de sus once pilares, a las distancias entre ellos y a sus posiciones, se podían hacer mediciones precisas de los movimientos estacionales del Sol, mediciones que tenían en cuenta las pequeñas diferencias en el número de días del solsticio al equinoccio, de éste al solsticio y vuelta.

Sus estudios confirmaron además que el punto más controvertido de Posnansky era esencialmente correcto: la inclinación en la cual se basaban los rasgos astronómicos del Kalasasaya difería sustancialmente del ángulo de inclinación de nuestra época. Basándose en datos que se supone arrojan luz sobre la inclinación observada en la antigua China y en la antigua Grecia, los astrónomos sólo pueden estar seguros de la aplicabilidad de la curva de movimientos de ascenso y descenso para unos pocos de miles de años atrás. Por lo que el equipo astronómico concluyó que los resultados podían indicar, ciertamente, una fecha cercana al 15.000 a.C, pero también otra cercana al 9.300 a.C, en función de la curva utilizada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario